Unos pies recorren en la oscuridad una calle estrecha. El ruido de los pasos al caminar hace aún más inquietante este momento.
Un sonido de misterio anuncia el paso de una persona por un camino de un cementerio que deja una fila de tumbas a cada lado. En la oscuridad, sólo la luz de la linterna deja ver a unas personas cavando en una de las tumbas.
Los pies del principio han pasado a convertirse en una figura de un hombre de espaldas que anda por la misma calle oscura manteniendo el ritmo de pasos. Finalmente el estruendo del paso de un coche rompe con un fogonazo de luz el sonido de los pasos iníciales cuando Miguel Ángel Artigas atraviesa el Paseo Fernando el Católico convirtiéndose en el ruido en directo de la ciudad.
Zaragoza se despierta aún de madrugada dando prueba de ello los viandantes que van o vuelven del trabajo por los barrios de la ciudad, y por la calle Alfonso. También contribuyen a ello los coches y los autobuses que inician los recorridos y las rutas. Son las 7 de la mañana, y en las cafeterías los vaporizadores chirrían para servir los primeros cafés del día, mientras el murmullo continuo de los clientes llena de vida la madrugada. Los barrenderos ponen limpias las calles mientras los ciudadanos andan a toda prisa. El sonido de todos ellos va despertando la ciudad poco a poco. Miguel Ángel Artigas atraviesa el Paseo Echegaray y el Puente de Piedra para regresar a casa.
Aún a oscuras en el Cementerio de Zaragoza, José Miguel Navarro y sus compañeros empiezan a preparar los trabajos para los entierros de la mañana. La muerte se hace visible en un punto de la ciudad donde nadie querría trabajar. Vida y muerte acompañan a diario sin querer el pensamiento de nuestro primer protagonista que se afana en convertir este ritual en algo normal y cotidiano, algo propio de la misma vida.
Amanece en el Cementerio y en toda Zaragoza y la vista de la ciudad es espectacular desde el 4º cinturón, desde la Plaza del Pilar, o desde el Puente de Piedra. Precisamente por donde Miguel Ángel Artigas ha atravesado este bello puente de vuelta a casa. El río Ebro refleja desde las alturas la silueta de una bella ciudad al amanecer.
Mientras, las tiendas empiezan a abrir sus persianas, y en el Mercado Central los puestos preparan sus productos, y las mercancías van llegando poco a poco. En la esquina del Mercado y con la escultura de César Augusto de fondo se ven más personas transitar que se funden con el tráfico de vehículos. Los autobuses empiezan a llenarse y el tráfico es cada vez más fluido.
Uno de los puntos de mayor afluencia de tráfico es la esquina que une el Paseo María Agustín con la Calle de General Mayandía. Son las 9 de la mañana y alguien entra en el Colegio Joaquín Costa. Se trata de Sonia Sín, técnico de Imagen de la Sociedad Zaragoza Cultural que pasa para comprobar que todo marcha según lo previsto. Sonia cree firmemente en los servicios públicos como garantes de que la cultura llegue a todos. Su única pena es no poder disfrutar este día tan especial con su pequeño de año y medio, pues tiene que poner los 5 sentidos en su trabajo para que nada falle.
Y es que es hoy es lunes 5 de Enero de 2009, día en el que se va a celebrar uno de los actos más importantes para la ciudad, la Cabalgata de los Reyes Magos. En el interior del colegio todo marcha como un engranaje perfecto: el vestuario, el maquillaje, los ensayos teatrales… Los participantes en la Cabalgata empiezan a pasar por cada una de estas fases para estar a punto para la tarde.
A las 9:30 Eva pasa por delante del Paseo María Agustín camino de la calle Francisco Vitoria. Eva, cartera de profesión conoce cada uno de los rincones del distrito centro. No se le escapa nada ni nadie, siendo ya una más del barrio. A veces con noticias buenas, otras con malas, nota el cariño de la gente a su paso.
Mientras en el Cementerio, José Miguel Navarro prosigue con la faena. El cementerio se llena de vida con la visita de mucha gente que viene a dar un último adiós a una persona querida. José Miguel Navarro aprovecha el paso por una fuente pública para refrescarse.
Son las 10 y en la Planta Potabilizadora Carlos Berbegal, oficial de Planta, entra en una poza para comprobar que se realizan con exactitud las fases de potabilidad del agua. Carlos recuerda como un triunfo el hecho de que en Zaragoza la gestión del agua siga siendo pública. Dice, es la única forma de garantizar un servicio de calidad y un precio adecuado. No podemos olvidar según él, el legado que nos ha dejado para la ciudad la Expo en el 2008.
Muy cerca de allí, en Vialidad sale a toda prisa el camión de Ángel Garín para reparar una tubería dañada. La tubería, que atraviesa una arteria importante de la ciudad, nunca se ve, y sin embargo, hace posible el suministro de agua potable en la ciudad. Las tuberías nunca son vistas hasta que sufren alguna rotura, y entonces sabemos que están allí. Para esos momentos están los operariosde las Brigadas y los fontaneros de Vialidad, que en un trabajo coordinado reparan estas averías. Ángel Garín lleva mucho tiempo en esto, y cree en la importancia de su trabajo y en el de sus compañeros.
12:00 H- 17:00 H
Ya es la una, y quedan 5 horas para el inicio de la Cabalgata cuando los participantes en la misma se disponen a comer en el Colegio Joaquín Costa. Unos momentos de reposo en el ajetreado día se agradecen por parte de todos.
En la ciudad la gente se recoge para comer. Se anda a toda prisa por el Paseo independencia, y la gente coge los autobuses camino de sus casas. Algunos se quedan a comer de restaurante y otros tapean por el Casco. En la Calle Dormer, y con la torre de la Seo de fondo, el silencio es casi definitivo. En la Plaza España se hace visible el tráfico de las 2, y los semáforos tienen trabajo.
Ya son las cuatro y media y las carrozas de la Cabalgata llegan al Colegio Costa transportadas por las Brigadas y escoltadas por la Policía.
En el Colegio Joaquín Costa se palpa la tensión, no queda nada para que hagan su aparición los Reyes Magos, y todos deben estar listos en sus aulas para ir saliendo en orden.Los Reyes Magos aparecen por fin iluminando el rostro de los primeros chicos con los que se encuentran. Todo está preparado, y los participantes de las primeras carrozas salen del Colegio preparándose en la calle Capitán Casado mientras son observados por multitud de personas que empiezan a agolparse alrededor.
En la Casa Amparo los Reyes hacen su aparición en el teatro. La ilusión se palpa en el escenario donde un Belén viviente acoge a los 3 Reyes Magos al son de la rondalla.
A pocos metros de la Estación del Norte sale del portal Miguel Ángel Artigas y su familia camino de la Cabalgata. En realidad, como un hormiguero gigante, la gente sale de sus casas ilusionada para ver de cerca el mágico espectáculo.
En la Planta segunda de la Casa Amparo los Reyes saludan a los residentes que no han podido bajar al Salón de Actos. Desde la tele ubicada en la salita se puede ver la Cabalgata emitida en directo por Aragón Televisión.
Mientras, la Cabalgata entra en su momento álgido por la Calle Alfonso. Ciertamente el espectáculo es digno de ver. Miguel Ángel Artigas contempla con su familia el paso de la cabalgata por la Plaza del Pilar. Rosa también está allí, en medio del gentío.
Pero todo lo que empieza acaba, y los Reyes Magos y su Cabalgata se van. Con ellos, toda la multitud que se había concentrado en la Plaza del Pilar empieza a dispersarse para volver a sus casas.
Sin embargo, Miguel Ángel Artigas no puede volver con su familia pues trabaja de noche. Precisamente hoy, la despedida le sabe un poco más amarga que de costumbre.
Son las 8, y la noche invernal ha caído en la ciudad. Los comercios empiezan a cerrar, y la gente se dirige a casa para cenar y recogerse. Todo empieza a apagarse y la luz del día se desvanece completamente.
Sin embargo, en Paseo Echegaray, algo se enciende, es la sirena de la ambulancia de la UVI Móvil de Bomberos, en su interior está César Flordelís, el marido de Rosa. César ama su trabajo, a pesar de la tensión que le genera diariamente. Por su cabeza pasan los casos de cientos de personas atendidas brillantemente. Sin embargo, sabe que el peligro está siempre presente en la ciudad, y no pueden permitirse el lujo de la duda. 3 minutos en su trabajo es una vida, y lo sabe, por eso cree firmemente en la labor pública de la UVI móvil zaragozana.
2100 H- 02:00 H
En el kilómetro 2 de la Carretera Castellón se encuentran las instalaciones de FCC desde donde salen los camiones de recogida y los vehículos de limpieza que el Ayuntamiento tiene contratado. Jesús Mallén, Oficial Inspector de limpieza pública inicia el turno de noche a las 10, y se ocupa de que el servicio se preste adecuadamente. Según cuenta está ya más que acostumbrado. Además se vive otro ambiente, es otra Zaragoza. A las 11 comienza el espectacular desfile de vehículos que han de poner guapa la ciudad para el día siguiente.
Jesús, es consciente que con su trabajo y el de los compañeros de la Contrata hace posible el milagro diario de encontrarnos las calles limpias. La limpieza dice debe ser prestada convenientemente y la administración debe garantizar que así se haga. Mañana con el paso de los Reyes por las casas habrá más trabajo señala mientras suelta una carcajada.
En el Albergue Municipal dan la una de la madrugada, y hoy le toca en el turno de noche a Isabel. Isabel, técnico municipal en el Albergue lleva lo suficiente en esta instalación como para haber atendido la totalidad de casos y situaciones que se pueden dar en esta dependencia municipal. Y es que el Albergue no deja de ser un reflejo de la ciudad con lo bueno y lo malo. Después de alojar al transeúnte, Isabel nos explica la importancia de que el servicio íntegro que se ofrece desde este tipo de dependencias sea público para garantizar un buen funcionamiento y un acceso a todos.
02:00 H- 07:00 H
En el Parque de Bomberos 2, Miguel Ángel Artigas aún tiene fresco el recuerdo de la Cabalgata de Reyes Magos que ha pasado con Begoña y los chicos. Pero ha de estar alerta, la ciudad puede necesitarlo en cualquier momento. En este sentido Miguel Ángel se siente muy valorado. Los Bomberos en Zaragoza estamos muy bien considerados, y es que su grado de implicación en las situaciones requiere un plus, y ellos lo tienen. Si no existieran los Bomberos en Zaragoza habría que inventarlos.
Son ya las 5, y en ese mismo instante en la ciudad se produce un pequeño milagro. Un bebé acaba de nacer en el Hospital Miguel Servet, y Julia Metola, matrona del Hospital acaba de salir del quirófano. A pesar del tiempo transcurrido aún conserva en los ojos la emoción de ver cómo surge una nueva vida entre sus manos. La confianza de la gente en ella y en el Hospital Público es una de las cosas que más valora, pues para Julia la vida que acaba de llegar es lo más importante que tenían los futuros papás en ese momento.
Acaban de dar las 7 de la mañana y Miguel Ángel Artigas sale de su trabajo como el día anterior llegando nuevamente a la calle César Augusto, y cerrando así el ciclo de un día intenso para la ciudad. Un día donde la ilusión de los más pequeños ha contagiado a toda una ciudad. Miguel Ángel regresa a casa y mientras que hace el trayecto, y sin saberlo, una nueva vida se ha hecho realidad en Zaragoza. Una nueva vida que estará cuidada y protegida por nuestros protagonistas. Unos protagonistas de carne y hueso que hacen lo imposible para que Zaragoza sea posible.
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